Roberto Araya lleva dos años trabajando con un prestigioso equipo
internacional
El año pasado, una compañía nueva llamada BrainQuake lanzó un
juego para celulares llamado Wuzzit Trouble. Tal como la mayoría de los
titulados lanzados para esta plataforma, se trata de un puzzle protagonizado
por coloridos personajes donde el usuario debe intentar resolver etapas para
obtener el mayor número de estrellas.
El juego obtuvo varios cientos de miles de visitas y fue
destacado por medios como Forbes como uno de los juegos educativos de 2013.
Pero la historia de Wuzzit Trouble es diferente a éxitos como
Angry Birds, porque no fue hecho por una empresa típica de videojuegos, sino
por BrainQuake, compañía originada en la Universidad de Stanford (EE.UU.).En su
equipo se encuentran Keith Devlin, un divulgador científico galardonado con el
premio Carl Sagan, y John Romero, diseñador del clásico juego Doom. Desde 2012,
en el staff también hay un chileno: Roberto Araya.
El ingeniero eléctrico y magíster en Matemáticas Aplicadas
relata cómo es trabajar en un equipo de este prestigio y cómo se diseña un juego
educativo pensado por académicos.
Empresa diferente
Si bien a nivel legal
están registrados en Silicon Valley, cerca de la misma U. de Stanford,
BrainQuake no tiene una oficina central. Sus miembros, cuenta Araya, trabajan
desde sus lugares de orígenes, como Estados Unidos, Finlandia, Gran Bretaña y,
ahora Chile. Para comunicarse, utilizan las herramientas que la misma red
entrega, como Skype o sitios en la nube para alojar su trabajo.
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